Valencia danza




Durante todo este mes de abril y hasta el viniente mayo Valencia danza, y no me refiero a que todos los perros nos hayamos puesto de acuerdo para olernos los rabos dando vueltas sobre nosotros mismos. Vueltas, piruetas, pliés, round de jambes, jetés, desarrollos, portés y centenares de pasos, movimientos, ritmos, estilos, en definitiva, de maneras de danzar se dan cita en esta city con el festival Dansa València.
El tradicional Dansavalència se transforma en la Temporada Internacional Dansa València, y nos lleva del Teatro Rialto al Principal, pasando por el Talia - donde tiene lugar un mini-festival dentro del Festival para las nuevas propuestas o jóvenes compañías – o las salas alternativas de la ciudad como Carme Teatre, el resistente Manantiales o Espacio Inestable.

El contemporáneo es el estilo predominante, pero también encontramos flamenco con Rafael Amargo o una indescriptible y espectacular mezcla de show rockero con flamenco sobre puntas clásicas con Sol Picó (de la que puedo presumir haber trabajado con ella). Compañías valencianas, del resto del Estado, incluso venidas de Mónaco, como los destacables Ballets de Montecarlo. Destacable también el montaje “1910, homenaje a los ballets rusos” de nuestros chic@s del Ballet de Teatres de la Generalitat.

Teniendo en cuenta que vivimos en una ciudad donde no hay programación de danza estable durante todo el año… ¡esto es (nunca mejor dicho) un festival!.  Pero la cosa no acaba ahí: los perros y demás estudiantes de la ESAD o el Conservatorio de Danza (faltaría plus) tenemos un descuento del 80% en los espectáculos de Teatres de la Generalitat, y así es como entradas de 20 euritos se me han quedado en 3, guaaaau. ¡Nos están pidiendo que vayamos a ver danza!. Yo me he sacado entradas para la gran mayoría de montajes y estoy saciando así mi ansia de descubrir, probar y admirar esta disciplina de la que podemos sacar mucho provecho. De hecho, ya me he copiado algunos pasos de cuatro patas para el taller de final de curso.

Bienvenidos a la danza. Me voy a estirar las patitas para ensayar, ¡quiero bailar! (uno de los efectos después de ver una buena coreo en el teatro).