Zowie va al teatro.


Hoy ha sido un día muy intenso, potente y apasionado.
He salido de casa con la idea de pasear, respirar aire fresco o correr tras alguna perrita simpática por el gran parque que hay en el barrio.
Iba tranquilo, a mi ritmo, hasta que una fuerza extraña me ha paralizado y me ha dejado embobado.
Un bonito cartel luminoso colgaba de un árbol: ¡Gran obra de teatro! ¡Ideal para todos los espectadores!
Para... Todos todos? Pue... puedo ir yo? Yo también quiero ser un espectador!
He empezado a ponerme nervioso, ¡era la primera vez que iba a poder asistir a una obra!
Sin dudar ni un solo instante, y después de dar vueltas sobre mí mismo persiguiéndome el rabo de la emoción, me he dirigido al gran teatro. ¡Rialto!

Al llegar allí una amable señorita me ha señalado por donde debía entrar, y yo, elegante con mi pajarita, he tomado asiento en primera fila. (Vale, esto no es real. No sé porque, pero no dejan entrar perros en los teatros... (Ni siquiera con pajarita!) Así que, me he colado por la entrada trasera y me he quedado escondido, pero, de verdad, ha merecido la pena)
Las luces se han apagado y alguien que no he podido ver ha dicho que la función estaba a punto de empezar...
El Mercader Amante, de Gaspar Aguilar, con un reparto magnífico, ha conseguido mantenerme con los ojos como platos durante toda la obra.
Al subir el telón, los espectadores hemos sido trasladados al mundo mercantil y oficinista de los años cincuenta. El argumento gira en torno a Belisario, rico mercader valenciano, que somete a prueba la sinceridad de sus dos doncellas, Lidora y Labinia, simulando que ha perdido toda su riqueza. Un amasijo de amor, celos, juego, travesura, con muchos toques a lo Billy Wilder del 'El apartamento', un drama cuyas situaciones, tan extremas como reales, acaban llevando a la risa.













Los actores, se han sabido desenvolver entre canto y baile a la perfección.
He memorizado sus nombre para luego buscarlos en internet: José Montesinos, Paco Gisbert, Paco Alegre, Victoria Salvador, Josep Albert, Resu Belmonte, Manolo Ochoa, Carles Sanjaime, Reyes Ruiz, Mónica Román y Josep Manel Casany que sin duda, ha sido mi descubrimiento del año.
He colgado una foto suya en la pared de mi caseta. Realmente me gustaría conocerle. ¡Qué voz! Tiene una voz penetrante y profunda, de esas que expresan lo que quieren transmitir, articulada, intensa y bien proyectada (hay que ver lo que aprendo en mis clases de la ESAD).

Mmm, qué es ese olor? Uy, debo dejar de teclear, mi compañera está haciendo la cena.
Pronto más y mejor!
Guau!